Se tirita con el frío
Escondida en el cuarto oscuro
Y llora.
Sus labios y dedos azules
Y su aliento blanco vapor
Un calendario fuera de su año y motas de polvo
Y una ventana negra sin cortina,
Sacudida por rafagas de lluvia hacen el cuarto más vacio
Pero una bolsa de lana de oveja se inclina a la pared
Dejado por la mujer que abandonó el cuarto
Y la niña saca puñados de lana
Para hacerse un nido en el piso
Ella trata de acurrucarse entre la lana suelta
Sus pestañas baten como alitas pequeñas
Pero no logra dormir y los recuerdos dolorosos vienen…
Su padre, ebrio, amenazante "¿Qué haces aquí niña?"
Y él la miraba con ojos de vidrio negro
Libres de la chispa de emoción y consciencia
"¿Por qué vienes aquí niña? Nadie te quiere aquí."
Y la pequeña se levantaba y salió derrotada otra vez
Escondiendo sus lágrimas de él que la engendró
Sopla más fuerte el viento norte sobre los techos de Puerto Montt
El viento encuentra las grietas y agujeros
Y se mete silbando en el cuarto viejo
La niña tirita con frío y con miedo
Y llora sacudiendose el pecho, ya desesperada y completamente sola
Antes del alba ella se pone de pie en sus piernas pequeñas
Y saca los pelos de lana pegados a su ropa vieja
Y sale a la calle
No resiste más a la soledad
El viento corre gritando por la calle
Los techos suenan
Cuando chocan las planchas con los balazos de lluvia
Ella camina entumida, cuesta abajo hacia el Puerto
Sus manos y pies le arden con el frío
Y la lluvia le empapa la ropa
Se detiene frente a la entrada de una tienda
Se pone debajo del alero de su techo
Y ella llora otra vez
Su pecho sacude con el llanto
"¿Qué sería de mi?"
Y mira arriba, su cara blanca del frío, empapada de lluvia y lágrimas
"Diosito, ¿no me quieres? Estoy tan solita Señor…."
Y baja la cara,
Derrotada se sienta en el escalón de la entrada de la tienda
Pierde el sentido en las manos y piensa de morirse…
"Por favor Señor, por favor Señor"
Alguién le toca
Ella abre los ojos y levanta la mirada para ver
Dos ojos cafes, llenos de amor
El perro le lame las lágrimas
Y ella abraza el cuerpo caliente del perro vago
Hasta que aclara el cielo
